19.12.06

Malawi - El paraiso

Mucho habia hablado con Reto sobre Malawi, él habia estado alli hace 10 años atras, asi que sentia cierta intriga como seria.
Cruzar la frontera no me habia dicho mucho, pero mientras esperaba que Reto hiciera el seguro para la moto, converse con alguien que alli estaba, era un maestro, como siempre cumpliendo el interrogatorio y despues pasamos a la leccion de Chewa, una de las tres lenguas locales, recomendacion de uno de los platos de Malawi, que es pescado de rio o lago con arroz y legumbres, y ahi con ese poco tiempo podia darme cuenta que los malawienses eran diferentes, podia decirse serviciales, y creo que no seria lo mas correcto, para Reto le parece que existe cierta sumision de parte de ellos y en lo personal diria que no, que lo que son es gente de paz, reconciliadores.
Nos decimos un adios y continuamos, nos dirigiamos hacia un lugar en la montaña, mientras el paisaje cambiaba, tambien iba cambiando la temperatura, un poco mas alto, un poco mas frio, sumado a que estaba un poco nublado, y asi al caer el sol arribabamos a Kasito Lodge, un lugar en el medio de un bosque de eucaliptus y pinos a mas o menos 1700 mts de altura, se respiraba aire puro y una tranquilidad increible. Al llegar creo que sorprendimos a los dos trabajadores que alli estaban, enseguida uno de ellos preparo el fuego para tuvieramos agua caliente para bañarnos y prendio la estufa a leña, con el otro señor conversamos, nos conto la historia del lugar, tambien me dijo que los arboles eran semillas venidas de la Argentina, mientras yo lo observaba en su sencillez, su camisa que estaban tan gastada y tan prolija a la vez, te dabas cuenta que sentia orgullo de su lugar, luego con tranquilidad se despidio que iba para su casa y que mañana volvia temprano, y ahi quedabamos nosotros solos frente al calor de la hoguera.
Decidimos quedarnos otro dia valia la pena, fuimos a hacer unas compras a unos 5 kms del lugar, alli estaban 3 almancencitas que por supuesto todas tienen lo mismo, y unas cuantas mujeres que cada una ofrecia lo que su trabajo en la tierra le habia ofrecido, arvejas, batatas dulces, tomates, cebollas, y bananas, dificil a la hora de comprar pues todas te miran para que les compres, y la verdad todas merecen lo mismo, asi que para repartir justicia, compro una cosa a cada una; cuando veo lo que cuestan las cosas se me arrolla el corazon, pues para nosotros no valen nada pero se cuanto a ellas les costo de trabajo, preparar la tierra, plantar, esperar el tiempo para cosechar, cosechar, preparar el bolso, caminar hasta el lugar donde vender y luego esperar a que llegue alguien que necesite de esto. Volvemos y decidimos hacer una caminata hasta un refugio que es una torre de guardia para cuidar y alertar a la hora de los incendios, vamos entre los arboles siguiendo el sendero, percibiendo los olores de pino, disfrutando de las flores y de estar asi en el medio de la naturaleza, cuando descendemos de la torre nos habian explicado para ir a una prequeña represa, alli andabamos sin poder encontrar el camino correcto, vamos hasta una pequeña choza, golpeamos las manos y viene una mujer joven, le preguntamos por el camino y con sus ojos un poco asustados llama a otra persona, nos damos cuenta que no entiende el ingles, la mujer que viene ya mayor que tampoco habla en ingles nos señala y luego viene con nosotros para indicarnos el camino, alla vamos tratando de tomar la direccion correcta y unos 200 mts cuesta abajo ella desde arriba nos grita señalando hacia donde debiamos dirigirnos, le hacemos adios y ella nos responde con su mano gastada de trabajar la tierra y una sonrisa. Cuando llegamos al pequeño lago se forma por el dique, habia algunos niños que pescaban y que poco a poco fueron sumandoles otros. Ellos nos miraban desde su lugar y luego con risas prueban la suerte con sus cañas. Desde donde estaba tome unas fotos y luego cuando nos ibamos y estabamos a una distancia de ellos trato de hacer una foto de todo el lugar y ellos con sus brazos me hacen señas y se sientan todos juntos, querian ser fotografiados.
Luego nos cruzamos con un señor, nos saluda, nos dice quien es él y de donde es, orgullo de ser como le digo a Reto, me gustan, me siento feliz de estar aca, luego nos pregunta nuestro nombre, de donde eramos para despues despedirse con una sonrisa.
Asi el tiempo sigue su curso y nosotros seguimos disfrutando de estar donde estamos, cuando volvemos al lodge, alli estaban todos bajo un pequeño techo de paja, un fuego prendido para mantener el calor y jugando al bao, un juego tipico de estas tierras, charlas y risas.
Nos cocinamos, jugamos unas cartas frente a la estufa y luego a descansar.
Nuevo dia, preparamos la moto, los trabajadores del lugar esperando nuestra partida, sonrisas y deseo de lo mejor para todos. La ruta por kms. se extiende dentro de la plantacion, unos 60 kms. aproximadamente, subidas y bajadas, pequeños pueblitos donde familias enteras viven gracias al trabajo que da la venta de madera, nos preguntabamos con Reto como habria sido la foresta original alli, cuantos animales habian perdido su lugar y otras tantas preguntas que la verdad muchas veces se transforma en un endemoniado circulo vicioso. Pasamos por para aprovisionarnos y continuar camino, la ruta es bonita dentro de un valle para luego descender en el lago Malawi, luego por algunos kms. vamos al costado del lago, hermoso!! azul, calmo, hasta que vemos un cartel que indicaba Livingstonia nuestro destino. Y como siempre el factor sorpresa, ohhhh!!!! nos encontramos con que era un camino no asfaltado, empinado casi 60% de inclinacion, angosto y que duraria mas o menos por 15 kms, suerte retobada!
Reto concentrado y yo tratando de disfrutar el paisaje, nada facil y por supuesto imposible tomar alguna foto, agarrada como mochila Doyte de Reto para que no me perdiera. Y asi llegamos a la cima, cuando llegamos a un cruce, paramos para preguntar si debimos continuar y ahi vino un señor con su bastoncito y en perfecto ingles nos pregunta si ibamos a Livingstonia, por lo que respondimos Yes! y nos dice deben doblar aqui, una sonrisa y disfruten de la estadia!
Llegamos al lugar donde nos quedariamos The Stone Haus construida hace mas de 100 años, sobre una cima donde se podia disfrutar de una buena vista. Nos recibe Martha la encargada del lugar y nos lleva al cuarto, que compartiriamos con un irlandes que tambien estaba en moto y que venia del norte. Como transportados a otro tiempo, por el lugar, los muebles y la gente, nos sentamos en la baranda que habia y dejamos que el tiempo corriera mientras intercambiabamos experiencias con el irlandes. Disfrutamos del lugar, dimos una vuelta por el pueblo y compartimos alli un tiempo con un grupo de holandeses que viajaban como en safari,y debido a que eramos los unicos alojados ya que el irlandes se habia ido, el guia y dueño del safari Cassy, nos incluyo en todas las comidas e incluso disfrutamos de una charla que dio un profesor sobre la historia del pueblo.
El tiempo pasa y partimos hacia nuestra proxima destinacion Khata Bay para disfrutar finalmente de ese lago que es como un mar 500 kms de largo por 19 kms de ancho.
El camino que hicimos era entre las plantaciones de cafe y te, pequeñas aldeas, rios que corren y nosotros dentro de ese valle, escribo ahora y vienen a mi memoria ese registro visual. Al descender la floresta cambia y se vuelve tropical, su tierra roja aun seca esperando que llegue la estacion de lluvias, y asi entre curvas, aldeas llegamos.
Nos quedamos en lugar que Reto habia estado, en un pequeño ranchito a la orilla del lago, recuerdos del Cabo. Despues nos fuimos caminando para ver el pueblo y tambien ver si habia algun otro lugar no tan alejado, y encontramos lo que despues fue nuestra casa como dijimos por casi 3 semanas “Kupenja Lodge”.
Se imaginaran que muchas cosas sucedieron aqui pero solo me detendre a contarles por escrito que Kupenja es un proyecto que soporta otros proyectos para la comunidad. Es un lugar donde los locales vienen para pasar su tiempo libre donde encuentran una biblioteca, escuela de ajedrez, quien quiera hacer musica tienen una guitarra y tambien unos tambores, cuadro de futbol de mujeres. Despues vienen voluntarios, gente que han terminado o estan por terminar sus estudios universitarios en Inglaterra, Estados Unidos o Australia, que apoyan en proyectos como secado de frutas, salvar las plantas locales, medicina local, jardineria con los niños y otras tantas cosas interesantes.
Aqui conoci a Jossie, Ami, Diana (ellas voluntarias), Johnattan, Happy, Simon, Salomon, Moses, Frida y otros con los que mantuve alguna conversacion (locales), Florence, Daiana y Ado vecinitos del lugar con los que comparti unos juegos y risas.
Gracias a Jossie conoci a Malawi Gold y suena atras la Vela y mi amigo Bob.
Johnattan nos invito a visitar su lugar, a compartir con su familia; Frida tambien me invito junto a Ami a conocer su aldea para conocer su realidad. Simon me enseño a jugar al bao. Entonces ese tiempo alli me dejo muchas enseñanzas y por lo cual despues me resulto tan dificil irme.
Despues visitamos Khota Khota donde el lugar que nos quedamos es una fabrica que producen ceramica. Para despedirnos del lago pasamos una semana en Khudzi Bay y la verdad aqui estuvimos en el paraiso, acampamos bajos los arboles, cada mañana el amanecer en el lago donde por supuesto cada dia fue un cuadro diferente.
Y nuestra visa que se terminaba debiamos marchar y bueno los ultimos dias en Malawi lo pasamos en Blantyre donde nos encontramos con el aleman del camion.
Fuimos a un concierto de “The Black Missioner”, la banda local de reggae mas conocida y el lugar donde tocaron un pequeño bar a las afueras de Blantyre, 150 personas y otra historia para contar el dia que nos veamos las caras.
Y ya estamos en octubre y como no quiere la cosa estabamos llegando a nuestro destino final.
Analisis final al salir de Malawi, “si un dia podemos: volveremos volveremos!!!!

1 Comments:

Blogger Dosto said...

Que interesante viaje!! Estuve leyendo un poco, no todo por falta de tiempo. Me encantan tus relatos. Saludos a Reto y a ti.

8:14 p. m.  

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